lunes, 2 de enero de 2012

¿Qué quisiste decir con CHIMBO?

El tercer Festival de Animación Chimba se realizó el sábado 17 de diciembre en las instalaciones del Auditorio Simón Bolívar, antes conocido como MAAC cine.
A la entrada había un stand que nos recibía, era la Camareta Cartonera y La Licuadora promocionando sus respectivas obras, luego de eso una cinta nos cortaba el paso y nos obligaba a desviar el común camino para pasar por el convertido ahora en largo mesón donde se disponían calcomanias a la venta para diversidad de gustos.
Al final de la caminata recibíamos un pequeño folletín del año pasado con el festival zombie y de este año junto con información de los auspiciantes y el evento en sí, cuya fundamento es:El Festival de Animación Chimba fue creado con el propósito de incentivar y premiar a los animadores de corazón, aquellos que no disponen de grandes recursos, pero que les sobra talento y creatividad.(Texto tomado del Fanpage de Facebook)
Pero el festival ofreció algo más allá de lo convencional porque cansados de los típicos eventos con un cordial maestro de ceremonias, le dieron el micrófono a Makinita quien con sus animaciones animó el auditorio trayendo a nuestras memorias las imágenes de las viejas caricaturas de Cartoon Network.
Makinita
Una vez terminada la función de cartoons inició el espectáculo con la música de Macho Muchacho y los dibujos de Sandra González (El Hongo Atómico) y Luiggi Raffo (Otro lado del arte) mientras la música inundaba el lugar nos devolvieron la niñez perdida en los quehaceres del vivir adulto.
Luiggi y Sandra
Los integrantes de la banda Macho Muchacho

Luego de que los ojos de los asistentes se abrieron como pupilas dilatadas pudimos apreciar lo que son las animaciones que como requerimiento especial siempre tenían la palabra CHIMBO hasta en la sopa.
Felicitamos a los ganadores y a la incentivación de festivales de esta índole que motivan a la participación ciudadana y al uso de su expresión para transmitir a través de la CHIMBEZ un mensaje.
Lucho Chauvin y Javier Perez Estrella con sus Chimbinas. 
Las Chimbinas de Lucho fueron pintadas por Lola Duchamp y Fabrikante. Las que se llevo Javier por Juliana Castelo y Jude Gabriel.


Lo Chimbo me llevó a la conclusión de que los evento que no han sido organizados por un ente de poder sino por divulgación popular son parte de una nueva sociedad que estamos formando, no nos bastan espectáculo públicos de tecnocumbia sino que que crean espacios para estas nueva necesidades ya que no existen y por parte del régimen madera de guerrero o correísta no tiene mayor diferencia su participación; ya que muchas veces pueden convertirse en un peligro.

Fotos tomadas por Dan Castelo y obtenidas de la página de facebook de Animación Chimba.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La Cultura no es compartida


Es común escuchar a un sujeto diciéndole a otro “No tienes cultura” ya que aquel no piensa o actúa igual que el uno. CULTURA tenemos todos (pertenecemos a ella), es notable en cada acción que hacemos, pero no es compartida, sobre todo cuando en la búsqueda por incentivarla (en exposiciones artísticas de pintura, escultura, cine, etc.) son limitados los accesos. Cuando de fomentar cultura se habla, inmediatamente aparece la imagen de los ya conocidos Centros Culturales con sus también conocidos espectadores  (un grupo de selectos artistas y sus discípulos); pero ¿qué hay del resto de ecuatorianos quienes también merecen ser parte de ese intento (y buen intento) por crear una sociedad más creativa, conocedora, participativa?. 


                                              Auditorio Simón Bolívar 
                                                 Guayaquil - Ecuador

Los conocimientos que tiene cada ecuatoriano son tan valorados en cada trabajo que éste realice. Justamente conocimientos ofrecen las corrientes artísticas que se instalan en nuestra urbe; de ello la importancia de que cada rincón del país mire, piense, realice algún tipo de arte que engrandezca al ciudadano.
Cuando en Julio hubo la exposición de los ´Caballos de colores´ en el Malecón 2.000,  realmente al “guayaquileño” le incentivó ser espectador. Aunque estratégicamente la exposición fue situada en el Centro de la Urbe (equilibrio entre los del Sur y los del Norte) y las formas y colores llamaban la atención, no la mayoría de ellos pudieron apreciarla.  Los niños de zonas marginales no lo hicieron, los jóvenes incapaces de poder trasladarse de sus casas a otros lados a más de su colegio tampoco lo hicieron; en fin, son tantos quienes esperan, aunque no lo dicen, que este tipo de exhibiciones lleguen a sus barrios… ¿Por qué solo en el Centro?, ¿Por qué no distribuir el arte en varias zonas de la ciudad?. ¿Porque los pueden rayar y echar a perder todo?... Pues que rayen y echen a perder todo en la búsqueda por conocer aquello novedoso, sintiendo el arte y sintiéndose privilegiados. Y ahí me detengo: la Cultura (aquella conocedora, participante, etc.) debe idealizarse.  Aquellos grupos alejados, y a los que incorrectamente llamamos “incultos” se deben convertir en sujetos objetivos donde autoridades y artistas trabajen por esparcir su arte: Incentivando a crear nuevas fuentes de recreación, convirtiendo al público en un buen espectador, exigiendo ante todo calidad en lo que ven. Creando una sociedad de ecuatorianos con similitudes en lo que buscan y piensan.


No ha servido de mucho tener un grupo definido de asistentes a eventos culturales. Con ello se ha vuelto una utopía que exista una “fusión de culturas” en las que ciudadanos de todas las clases sociales acudan en masa a participar  de una misma actividad artística, significativa, representativa. ¿Qué todos no tenemos los mismos gustos?, pero sí los mismos orígenes, y aquello es un buen pretexto para "juntarnos". 




Por: Narcisa Rendón
                                                          
                                                         

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sentido al 2 de Noviembre


Estando en un siglo donde pocas son las costumbres que preservamos, el Día de los muertos es una tradición que no parece querer ser olvidada. Aún camino un 2 de noviembre y veo el desempeño de ciertos grupos tanto formales como informales armando racimos de flores;  enciendo la TV y una colada morada en el mercado de Guaranda está siendo preparada. Al parecer Ecuador no quiere olvidar a sus muertos. ¿Pero qué hay más allá del comercio en el día de los difuntos?
Los indígenas aztecas, en primera instancia, quisieron dar culto a aquellos seres que habían muerto, para esto pretendían tratar sus cuerpos como si  el alma estuviera viva; les daban de beber, les adornaban sus tumbas y les cantaban – lo cual resulta muy similar si contemplamos nuestra realidad -. Este culto se fue extendiéndose por varios imperios más; los colonizadores intentaron acabar con estos ritos logrando un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas con las prehispánicas. Entonces ¿valdría decir que en esta fecha lo que prima es el negocio?; antes de todo un sinnúmero de fieles católicos se sienten en el deber de homenajear a sus familiares muertos; la razón no es cuantificable, solo la fe logra explicarlo. Sin embargo somos parte de esa tradición, que como dije al principio, se muestra resistente a ser acabada.
A veces un complejo de inferioridad nos hace pensar que somos los más crédulos y por lo tanto adoptamos celebraciones extranjeras; las universidades lo hacen, las altas élites también. Estamos en el deber de continuar aquel producto logrado por la fusión de culturas; después de todo qué somos sino ese mismo resultado.  

Por Narcisa Rendón
Fotos por Daniel Lucas